martes, 13 de enero de 2009

Ustedes…Los que conocí.



n el corto tiempo que me ha tocado vivir en este gran globo llamado tierra, me fue dada la bendición de conocer a una cantidad increíble de personas, muchas de ellas con distintas dolencias y no precisamente físicas, sino dolencias interiores, de esas que solo vienen a ti con un fin: destruir tu alma, tus sueños, tus metas. Conocí a otro grupo de gente que cree no tener ningún problema, que cree que su vida no puede ser mas perfecta, y que al mismo tiempo hace creer a los que los rodean lo mismo, pero aquellos, y me refiero a los de su entorno, solo ven lo exterior, si de algo me alegro es que puedo ver mas allá de lo que se muestra fuera de cada ser humano, pues en el interior de ellos no hay mas que tristeza, pero que nunca quieren demostrar pues tienen la errada opinión de que no es justo que los demás sufran por ellos, pero tampoco es una buena solución que ellos guarden en su ser ese dolor, no solo es lo exterior lo que nos puede dar características de una persona, es también lo que hace lo que dice, lo que siente.

Se me dio la oportunidad de conocer a tanta gente que me seria imposible describirlos uno por uno, claro que hay gente que siempre quedara impregnada en mí, ya sea porque compartimos algo, por que cometí una injusticia con aquella persona, o por que la ame con todo lo que tuve.

Sobre las primeras me une a ellas una especie de sincronización, y que a pesar que mi actitud no creció a la par con mi fisiología, nunca reclamaron exaltados mí forma de actuar, todo lo contrario, supieron llevar de la manera tan correcta que les fue fácil acomodarse a mis costumbres y otras acciones.

Sobre las segundas solo me queda extender mi ser por medio del viento y que el mismo lleve en su recorrido una voz tenue perceptible al oído humano con una sola palabra en forma de suplica, PERDON, nunca me comporte como un “angelito” en toda mi vida, nunca fui precisamente la persona que quedo hoy, pues lo que hoy se observa de mi no es mas que los cambios que el sufrimiento produce cuando ataca con toda su crueldad, para aquellos que algún día nunca entendí o reaccione con un grito o hasta con un golpe antes de poder dialogar como gente sapiente y pensante lo único que puedo pedir de ellos no es mas que una disculpa.
Y sobre los terceros me es difícil poder contar los pormenores en una hoja de papel, ya que mi forma de amar no es la que muchos desearían, mi percepción de amar personalmente no viaja en el gritarlo a los cuatro vientos, aunque lo confieso he sido capaz de hacer una serie de locuras cuando el amor toco mi puerta, nunca me gusto correr y decir con quien salgo , nunca me gusto exhibir a alguien de la mano, pues el que mas se exhibe es el que por lo general termina muy mal parado, y por mas raro que sea muchas veces tuve que callar ese sentimiento y nuca decirle a esa persona que la amaba con todo mi corazón, costumbre que aun queda en mi hasta hoy, pero cualquiera que haya sido la situación a ellos los llevo en un lugar muy singular en mi ser, pues me será difícil olvidarlos, y creo que eso nunca ocurrirá.

Por su puesto que no hay forma de describir en escasas líneas a muchas otras persones que escapan a los que ya describí, pero solo quiero decirles a todos Gracias, pues sin ellos nunca hubiese conocido el verdadero sentir de la vida y hacia donde va, gracias a mis amigos, aquellos centinelas de mi percepción que nuca permitieron que cayera y que cuando lo hice, no dudaron en unir fuerzas para levantarme, gracias a todos, por ser como son y si hay algo que quisieran hacer por mi, la respuesta es obvia “Nunca Cambien”.

Cesar Yopla®

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